Desde pequeños, mi chico y yo jugábamos con todos los playmobil que teníamos a nuestro alrededor. Él tenía muchos más que yo, pero ambos inventábamos historias con nuestros juguetes favoritos. Dejábamos volar la imaginación sin saber que, años después, aquella afición infantil se convertiría en nuestra pasión compartida.

Él recuperó su colección de playmobil del trastero. Yo no pude hacer lo mismo, nadie sabe en mi casa en qué momento desaparecieron. Compramos la primera vitrina para colocar los clicks que había traído mi chico, y encontramos en la plaza San Bruno de Zaragoza a Rafa, un coleccionista que todos los domingos por la mañana vendía playmobiles en este mercado.

Y compramos uno. Y compramos dos. Empezamos coleccionando guerreros medievales. Seguimos con los piratas. Y en nuestra anterior casa ya no nos cabía mucho más. Por eso, al mudarnos, decidimos crear una habitación llena de magia en la que pudieran vivir cómodamente nuestros amigos sin codo. Una habitación que se convierte en una de las favoritas de nuestras visitas, que nos dicen que somos muy frikis, y eso nos encanta.

Nuestra colección de clicks va creciendo domingo tras domingo, incluso en días que no son domingos. Después de los guerreros y los piratas llegó el oeste, y después los indios, sin olvidarnos cuánto nos gusta personalizar muñecos; también viven en casa los personajes de nuestras series favoritas, y algunos de nuestros cantantes preferidos.

Además, el artista de mi consorte ha dibujado el boceto de Hans Beck para los primeros clicks (de 1971), que preside nuestra habitación más querida.

Algunos han venido con nosotros de vacaciones.

Otros representan nuestras aficiones, a nosotros mismos practicándolas.

Cuando mi chico cumplió 29 años le regalé un salto en paracaídas. Y su correspondiente playmobil paracaidista 😉

Mi padre siempre dice (y yo también lo digo) que su yerno es todo un manitas. Y para su siguiente cumple, le regaló este click.

Y este fue un regalo para el mejor cocinero que hay en esta casa.

La mayoría duerme en su habitación particular, aunque tenemos algunos repartidos por diferentes rincones de la casa.

Incluso nuestra tortuga tiene un cuidador muy especial…

Un paseo por nuestra colección de playmobil

Pero mejor que contaros todo esto, os invito a pasar a nuestro mundo mágico de playmobil.

Y si queréis seguir de cerca la vida de estos clicks, os esperamos en nuestro Instagram Playmobil Zaragoza.