Los días bonitos los hacen especiales las personas con las que los compartimos. Ayer tuve el privilegio de disfrutar de una mañana diferente y muy alentadora a través del encuentro de blogueros Zaragoza Futuro. Juntos conocimos los centros de emprendimiento e innovación de la capital aragonesa, un recorrido divertido y fructífero en el que nos dimos cuenta del gran potencial que atesora la ciudad gracias a los centros de incubación empresarial y aceleradores de ideas. Pero, sobre todo, debido a las personas que forman parte de ellos.

La jornada comenzó en el Centro de Incubación Empresarial Milla Digital (CIEM), una incubadora gestionada por Init que pertenece al Ayuntamiento de Zaragoza y cuyo objetivo principal es fomentar el emprendimiento, la creatividad y la innovación. Ahí se dan cita empresas de base tecnológica y eficiencia energética creadas desde la ilusión, compartiendo ideas, espacio, conviviendo y, en ocasiones, creando juntas. Gracias a Carlos Giner por la visita guiada y la amabilidad recibida.

De ahí cruzamos al edificio Etopia, donde descubrimos otro espacio creado para start-up tecnológicas y profesionales independientes de diversos sectores. En La Terminal conviven emprendedores y mentores, creando sinergias y potenciando el talento a través de actividades de networking, y de mucho más. Gracias a Sara Santolaria por la visita guiada y la amabilidad recibida.

Caminamos todos juntos, después, hasta CIEM Torre Delicias, ubicado en el centro cívico Delicias de Zaragoza, algo que le confiere un peculiar atractivo al poderte encontrar por los pasillos a niños que vienen a dibujar, parejas de ancianos que bailan tango o ejecutivos con corbata que asisten a reuniones. Divertido ecosistema de convivencia. Aquí se alojan proyectos más maduros que continúan su andadura tras pasar por el CIEM o llegan por su cuenta, y también empresas de software, hardware y nuevos modelos de aprendizaje. Gracias a Adriana Lacambra por la visita guiada y la amabilidad recibida.

Nos subimos al autobús urbano para llegar hasta Zaragoza Activa, personalmente, el centro que más me gusta y que celebra este jueves, 26 de marzo, su quinto aniversario. Se respira entusiasmo entre sus paredes. Creatividad e ilusión. Ubicado en un edificio emblemático de Zaragoza, la antigua Azucarera del siglo XIX, el encanto de su continente y la belleza de su contenido le convierten en un lugar especial. Cuenta con vivero de emprendedores, Semillero de Ideas, Zona de Empleo, La Colaboradora (espacio de inteligencia colectiva), Yuzz (lanzadera de proyectos para menores de 30 años), InfoActiva (asesoría para emprendedores), ThinkZac (laboratorio de conocimiento nómada), BJCubit (una biblioteca muy mágica) y la sede de AJE Aragón. Actividades formativas, de networking o divulgativas llenan su plaza central prácticamente todos los días de la semana. Zaragoza Activa, sin duda, inspira. Gracias a Raúl Oliván por la visita guiada y la amabilidad recibida.

La mañana terminó en Las Armas, centro de Economía Creativa perteneciente a Zaragoza Activa y que, junto con espacios de industrias creativas y culturales y el CMA Las Armas, está creando un nuevo foco cultural y creativo en el centro de Zaragoza. Las Armas dinamiza el barrio de San Pablo a través de actividades y eventos. Un lugar pequeñito y encantador por ello, en el que hay ganas e ilusión entre sus paredes. Gracias a José Ramón Insa por la visita guiada y la amabilidad recibida.

Zaragoza Futuro son las personas

Zaragoza Futuro fue una jornada diferente, motivadora, de las que te llenan la cabeza de cosas, y sólo de cosas buenas. De ganas de seguir, de ganas de luchar, de entusiasmo por crear y de fuerza para no decaer. Porque la personas que nos encontramos ayer supimos poner en común nuestras inquietudes y sueños, nos escuchamos y sonreímos, formamos parte durante una mañana de algo especial. Por eso, desde aquí quiero agradecer a Pedro, Sergio Ibáñez, Sergio Rupérez, Nacho, Manuela, Miriam, Marimar, Pablo, Adrián y Mr. Holmes la compañía y todo lo que me aportaron durante las horas compartidas. ¡Nos volveremos a encontrar, seguro!