Es lunes ¿y qué? Te invito a hacer una mirada en positivo todos los lunes para afrontar con ganas la semana. ¡Te espero!

La rutina está subestimada. Normalmente se asocia a algo más negativo que positivo, a algo que aburre y que no motiva. Pero no todas las rutinas son malas, ni aburren, ni desmotivan. Hay rutinas que nos avisan de que todo está en su sitio.

Suena el despertador, un abrazo, qué tal has dormido, otro abrazo, pongo la cafetera, haces las tostadas. Las noticias en la tele. Un beso. Zumo de naranja, café, cereales, galletas. Llueve en el cristal de la buhardilla. Enciendo el ordenador. Me abrazas en el último escalón de la escalera. Comenzamos un lunes cualquiera con una rutina que nos hace sonreír.

Pero hay más. La rutina de ver tres capítulos seguidos de 24, la rutina de llorar de risa antes de irnos a dormir, la rutina de hablarle a Coco mientras preparamos la cena, de observar a Cucaracha, la rutina de los días felices. De los días en paz.

No dejes que tu rutina se convierta en hastío ni que tu hastío se convierta en decepción. Haz de tu rutina una aventura, la tranquilidad de sentirte como en casa, disfruta de tu rutina como si fuese diferente cada día, porque siempre lo es, porque el café está más rico y los abrazos son más fuertes.