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Todo tiempo pasado fue pasado

Que todo tiempo pasado fue pasado. Que lo no se cuida se escapa. Que quien no te cuida se evapora. Que a quien no cuidas se marcha. Que todo tiempo pasado es pasado. Que quien no merece tu presente no estará en tu futuro. Que tú decides quién se queda pero también de quién te alejas. Que el pasado es pasado y te ayudó a ser quien eres, pero es pasado. Que una desilusión viene precedida de preguntas, incluso te cuestionas tu culpa, toda para ti. Pero un día reconoces y sientes que cada cual tiene su punto de vista y que todos tienen razón. O puede que nadie. Pero tú ya has decidido que el pasado fue pasado. Que el presente es tu vida. Que tú decides quién permanece. Que decides alejarte. Que tú decides quién merece tu presente y disfrutar de tu futuro. Que todo tiempo pasado fue pasado.

Abrir los ojos.

Cerrar el corazón.

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Un paseo por la Toscana

De vacaciones siempre se está bien. Las nuestras este año han estado protagonizadas por el calor abrasador de la Toscana en agosto, mala época para visitar esta zona de Italia ya que, además de que resulta complicado pasear a gusto por sus pueblos y ciudades por las temperaturas tan elevadas, los paisajes no son tan idílicos como esperas tras haber visto muchas, y muchas, fotografías antes de partir.

Pero la Toscana enamora. A mí me queda una sensación de no haber disfrutado al 100% de todo porque el calor me afecta demasiado, pero viendo las fotos desde casa, fresquita y descansada, hace que compruebe que, efectivamente, han sido unas bonitas vacaciones. Vamos a ver día a día cómo distribuimos el viaje, por si te sirve para preparar futuras escapadas. Cualquier consulta, no dudes en preguntarme.

toscana2015

Día 1

Como el vuelo salía de Girona el lunes muy temprano, pasamos el domingo en Barcelona con nuestros amigos Nuria y Lluis, dormimos tranquilamente, y en una horita estábamos en el aeropuerto. A las 10.15 horas aterrizábamos en Pisa, fuimos a por el coche de alquiler (Fiat Punto) y directos a ver la Torre. Nos habían dicho que Pisa no tenía apenas nada interesante y que entrar a la zona de la Torre impresionaba bastante pero, basta que me lo esperara, no me impresionó especialmente. Que es bonito, sin duda. Mucha gente y muchas fotos típicas sujetando la torre que, por supuesto, nos negamos a hacer. Excepto nuestros compañeros de viaje que sí se quisieron hacer una.

Pisa

Después de visitar esta zona dimos un paseo por las calles del casco antiguo, me gustaron bastante y sí recomiendo verlas. De ahí fuimos a hacer la compra al Carrefour de Pisa, ya que la idea era hacer las cenas en el apartamento que teníamos alquilado y llevarnos las comidas preparadas desde ahí; primero, para ahorrar, segundo, para evitar tener que andar buscando restaurantes sin gluten para mí, tercero, para ganar tiempo y comer rápido con nuestros tuppers. Fue una gran idea.

Salimos con nuestra compra hecha rumbo a San Dalmazio, lugar donde teníamos el apartamento. Pasado Ponsaco nos adentramos por fin en los auténticos paisajes toscaneros, una mala carretera sin arcén ni seguridad que, curva a curva, nos llevó hasta nuestro destino donde estableceríamos el cuartel general de descanso para estas vacaciones. Nos damos un baño en la chulísima piscina con vistas, una cerveza fresca en la terraza y a descansar.

Día 2

Toca Florencia. Unas dos horas de coche para llegar. Mucha gente, calor muy agobiante. La plaza del Duomo, una vez más, no llega a impresionarme. Todo el mundo me había hablado de las bondades de Florencia y, de nuevo, mis expectativas eran tan altas que pocas cosas me llegaban realmente a asombrar. Culpa mía. Sí que me gustó el Puente Vecchio. Este primer día decidimos comer en un restaurante para probar la comida italiana, ya habíamos buscado uno que tenía menú sin gluten y fue un verdadero acierto (Ciro and Sons). Toda la carta estaba disponible para celíacos. ¡Hacía tiempo que no tenía tanta comida para elegir! Pizza increíblemente rica para coger fuerzas.

Por la tarde el calor era horrible. Decidimos subir a la cúpula del Duomo, nos compramos un paraguas como auténticos chinos (¡qué listos son!) y aguantamos estoicamente la fila. Nada que ver con lo que nos esperaba en la subida, pues el calor se volvió irrespirable en aquellas escaleras. Si vas en agosto no entres aquí sin agua. Las vistas desde arriba son una chulada, aunque no más frescas que el resto… La bajada es más rápida. Ganas de respirar. Son más de las seis de la tarde y volvemos a por el coche (aparcado en un parking cerrado para evitar ir y volver si lo dejas en la zona azul).

Saliendo de Florencia, hacia Siena, nos encontramos un mirador en una colina, al otro lado del río. Por primera vez disfruto y me asombro con lo que veo. Unas maravillosas vistas de la ciudad acompañadas por la música de un cantante callejero que ameniza este momento y lugar especial.

florencia2

Día 3

Uno de mis favoritos. Tocaba visitar Arezzo (dos horas y media en coche desde San Dalmazio), el pueblo donde se rodaron algunas escenas de una de mis películas preferidas, La vida es bella. Tenía especial ganas de estar ahí y, esta vez, las expectativas no empañaron la visita. Recomendable disfrutar de sus calles. En algunas de ellas vemos carteles que te enseñan qué escena en concreto se rodó en ese lugar. Dedicamos más de dos horas a pasear y a sacar muchas fotos.

arezzo2

la llave

Calle

escalera  plaza

ventana escuela

ventana

De ahí salimos hacia Siena. Hace tanto calor que no se puede comer a gusto en la calle, así que preparamos el pic nic de hoy dentro del coche. Mucho más fresquitos. Siena es de las ciudades que más me han gustado de este viaje. La plaza del Campo es espectacular y las calles que la rodean son chulísimas, además con bastante sombra, se agradece para pasear…

siena

En Siena compramos uno de los recuerdos de este viaje. Estaba ahí en una juguetería para nosotros, no había ninguna caja más, ni la volvimos a ver en ninguna otra juguetería de las que visitamos (nos encanta visitar jugueterías…)

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Gran día que culmina con una rica cena en el apartamento, y a dormir. Los madrugones son considerables y eso se nota al final del día…

Día 4

Toca recorrer varios pueblos emblemáticos de la Toscana y el Valle de Chianti. Primera parada, Volterra. Poca gente ya que es todavía temprano, se agradece. El pueblo es muy bonito y está muy bien cuidado, desde las afueras, en las murallas, las vistas son impresionantes. De ahí vamos a San Giminiano, está cerca. El conocido como Nueva York de la Toscana (dicen que por el skyline con sus torres, yo creo que es por la cantidad de tiendas y gente que hay). Primer día que nos cuesta bastante aparcar, este lugar es muy turístico y se nota. Atascos, vueltas, aparcamientos completos, al final lo dejamos donde buenamente podemos. El paseo es bonito y las tiendas son muy chulas, mucho ambiente. Nos comemos unos helados increíbles (sin gluten y sin lactosa) que después supimos eran de una de las mejores heladerías del mundo. ¡Me lo creo!

Sobre las 13.00 horas nos vamos hacia el valle de Chianti, comienzan a aparecer viñedos y paisajes más verdes, los pueblos no matan tampoco, pero el recorrido es chulo. Descartamos la idea de entrar en alguna bodega y decidimos probar el vino en San Dalmazio, sin coche ni prisas. Aparecemos en Florencia y nos acercamos a Fiesole para ver la ciudad desde esta perspectiva. Bonitas vistas, aunque mucho más bonitas las del mirador del otro día. Si os sobra tiempo, bien, si no tampoco es imprescindible.

Día 5

Día de playa. Nos vamos a la costa. De camino paramos en Massa Marítima, sin más, y continuamos hacia el mar por una carretera arbolada muy bonita. Llegamos y no sabemos bien dónde ubicarnos para comer, por lo que vamos de playa en playa hasta acomodarnos en el Golfo de Baratti, donde comemos nuestro pic nic de hoy mirando al mar. Un bañito y para casa, tenemos bastante rato de coche. Terminamos la jornada en la piscina, cenamos un risotto maravilloso preparado por mi chef consorte y a dormir.

Día 6

Visita a Collodi, el pueblo de Pinocho. Para no extenderme mucho, podéis leer la experiencia narrada en este blog de viajes en el que colaboro. De ahí nos vamos a Lucca, aparcamiento rápido y fácil y casi 40 grados a la sombra. Atravesamos sus murallas y nos adentramos en un bonito pueblo con aire medieval. Subimos a la torre desde donde poder disfrutar de unas vistas estupendas, subida cómoda y rápida, para quitarnos la espinita del Duomo… Lucca, sin duda, es visita obligada si estás en la Toscana.

lucca

lucca2

De vuelta a casa decidimos hacer un alto en Livorno. Habíamos leído que era feo, que no valía la pena, en algún otro sitio decían que sí… Decidimos comprobarlo por nosotros mismos y sí, no tiene nada; la zona de los canales se presiente bella ya que es conocida como “la Venencia de la Toscana”, pero se queda grande esta denominación. Los edificios están muy descuidados y los canales parecen metidos en una especie de polígono. Mi recomendación: no perdáis horas del día en pasar por aquí. Decidimos bajar a San Dalmazio por la costa y disfrutamos de lugares muy chulos dirección Cecina, con miles y miles y millones de coches y motos aparcados en las cunetas; es una zona playera con mucha afluencia y bonitos paisajes.

Día 7

Hoy decidimos atravesar los límites de la Toscana y nos vamos a La Spezia para conocer Cinque Terre. Sin duda, otro de mis días favoritos de las vacaciones. La panzada de coche es interesante pero sí merece la pena esta vez. Para no volver a enrollarme, os dejo con otro enlace donde podéis leer la experiencia de bañarse en Riomaggiore. ¡100% recomendable!

Riomaggiore

De los cinco pueblos no pudimos visitar todos; el tema de aparcamiento es horrible en esta zona, aquellos que están delimitados como tal se encuentran completos todo el rato, y las multas si aparcas fuera  de ahí (sin molestar ni interferir el tráfico) van que vuelan, así que ten cuidado con dónde dejas el coche, aunque veas muchos aparcados en cunetas o zonas de descanso estás expuesto a multa. Nosotros nos libramos en dos ocasiones. Tres horas de coche para volver a San Dalmazio, hoy nos regalamos una cena en el pueblo en un restaurante muy toscanero. Esto se acaba.

Día 8.

Toca volver, el vuelo sale sobre las 21.00 horas así que tenemos todo el día para aprovechar. Regresamos a Florencia para ver si una nueva visión conseguía sorprenderme. Y, por suerte, lo hace. Ayuda el hecho de que llueve, hay 20 grados de temperatura y hemos decidido dejar las cámaras, mochilas y todos los trastos con los que cargamos cada día en el coche, por lo que caminar pudiendo respirar y sin peso es toda una novedad. Me alegro de haber vuelto.

Algunos datos, consejos y precios

El vuelo que cogimos fue con Ryanair. Girona – Pisa (94.32 euros) / Pisa – Girona (107.98 euros) (dos pasajeros).

El alojamiento lo hicimos en Residence Il Monastero, en San Dalmazzio. 455 euros en apartamento para dos personas, 7 noches.

El coche de alquiler fue con Goldcar. Elegimos el paquete con máxima cobertura para evitar problemas, incluía conductor adicional gratis, recogida preferente en el aeropuerto (genial porque la fila era interminable), combustible lleno – lleno (el primero incluido) y cobertura a todo riesgo. Total: 426,75 euros. Ningún problema.

No vayas a la Toscana en agosto si, como yo, no soportas el calor. Desluce el viaje y los paisajes están bastante secos, incluso la mayoria de los girasoles quemados, excepto un par de campos que sí que vimos estupendos.

toscana

Lleva protección anti mosquitos, sobre todo si te alojas en un pueblecito como el que estábamos nosotros en plena naturaleza. Mucho relax y preciosas vistas, pero muchos picotazos.

Si visitas la Toscana en verano, intenta que el alojamiento donde termines tu día de coche y fotos tenga piscina. Muy recomendable. Un baño refrescante antes de cenar es la mejor manera de culminar jornadas tan calurosas.

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Cuando todo encaja

Mi pequeña rock and roll,
mis alas,
mi luz cuando se hace de noche,
mis ganas de abrazar.
Esa fuerza.
Tu sonrisa.
Tus ganas y tu entereza.
Valiente.
Tus ánimos cuando me pierdo, tu mano cuando me encuentras.
Nosotras.
Tus ganas de soñar

de vivir

de sentir

tu amor

S
I
N

C
O
N
D
I
C
I
O
N
E
S

Tu verdad.
Tu compañía, llorar de risa y estar setas.

Querete es una de las cosas más faciles de este mundo, con más recompensas y que más felicidad puede darme.
Quereros es lo mejor que sé hacer.
Porque tú, vosotras, nosotras, me hacéis mejor.
Porque juntas
podemos,
sabemos,
queremos,
somos
y
reímos.
Estamos.

Saberte ahí, en cada latido, abrazándome el corazón. Huele a café recién hecho, a tierra recién llovida, a hogar.

Soñar juntas.

Siempre

juntas.

Feliz día, pequeñita.

Feliz vida.

barriguita

*Vamos ganando batallas perdidas con sólo un sueño, tres manos cogidas*

 

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Piel

La piel no mentía.
Le decía que nada podía ir mal, y que todo estaba mal, ahí, así. Le dolían las caricias que le erizaban al mismo tiempo que necesitaba volver a tocarle.
Contradicciones.
La piel se lo decía. No podía, pero quería, y sabía que aquello que le hacía temblar terminaría haciéndole daño. Lo sabía. Y no quería. Pero quería. Y no podía.
La piel le hablaba a gritos, pidiendo un gesto más, un roce más, un descuido más.
Lloraba.
Soñaba.
Se equivocaba cada vez que le hacía caso a su piel, y nada le hacía más feliz que seguir sus órdenes. Cuando quería. Cuando no podía. Cuando sabía que quería. Y no debía.
La piel siempre se lo dijo. Acertaba. Sentía. Erraba. Aprendía. Se estremecía.
Lloraba.
Porque nada duele tanto ni enriquece tanto como sentir con la piel.

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Lo que me hace sonreír. Albert Espinosa

Este lunes falté a mi cita de sonrisas de los lunes. Disculpas. El motivo valía la pena: quería contaros algo que me hizo sonreír como hacía mucho tiempo y que ocurrió al final del día.

Ayer le regalé a Albert Espinosa un playmobil de nuestra colección. Un pirata con pierna especial como la suya. Lo recibió con mucha sorpresa e ilusión, aunque no tanta como la que sentí yo al poder dárselo y saber que estará ya para siempre con él.

albert espinosa

A cambio, me regaló un abrazo, infinitas sonrisas y toda la magia que desprende con sólo una mirada. Con sus palabras. Cuando me preguntó que cómo me iba la vida. Cuando me firmó su último libro con las palabras más bonitas que un desconocido ha podido dedicarme alguna vez.

dedicatoria albert espinosa
Y yo no soy de admirar a extraños. De admirar por admirar. La palabra admirar es muy grande y sí, a él lo admiro, con todas las letras, con todo su significado. Por cómo transmite en sus libros y con su presencia, por las cosas que escribe y que sé que siente como reales, por esa manera que tiene de vivir la vida al máximo. De sobreponerse a todo con humor y valentía. Él es luz.

 

 

 

 

Ama tu caos, ama tu diferencia. Ama lo que te hace único.
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DIY varita mágica: un regalo para soñadores

Los que me conocéis sabéis que me gustan las pompas de jabón. Soy un poco campanilla y muy soñadora. Me gusta que la gente sonría. Me gusta la gente que es positiva, que pone actitud a las cosas y que no se regodea en la pena y el sufrimiento. Por eso, cuando en mi TL de Facebook apareció la iniciativa “haz feliz a alguien” me apeteció participar. Consistía en enviar una sorpresa a las cinco personas que quisieran formar parte de la cadena. Un regalo inesperado. Contestaron tres personas y este regalo fue para una de ellas.

Descubrí el DIY varita mágica en el blog de Laucreativa y cuando lo vi supe que era el regalo perfecto para una de las personas que decidieron jugar en esta alegre cadena. Y me puse manos a la obra.  El resultado no se parece demasiado al original, o al menos no tanto como a mí me gustaría, pero he puesto en ello la ilusión que pongo cuando pienso en hacer una manualidad para regalar a alguien. Es decir: TODA.

DIY varita mágica

Para hacer esta varita en forma de estrella he utilizado:

  • Fieltro 2mm.
  • Guata blanca (relleno del cojín más barato que encontréis en cualquier tienda).
  • Lentejuelas y pegatinas de brillante.
  • Purpurina.
  • Hilo y aguja.
  • Pegamento.

Este DIY varita mágica no es muy complicado. Podéis usar una tela bonita o goma eva en lugar de fieltro, a mí me gustaba más con este material, o algodón en vez de guata de cojín. La plantilla la descargué de la fuente original de esta manualidad  para que la estrella estuviera lo mejor hecha posible.

Con la plantilla dibujé la estrella dos veces en el fieltro. En una de las caras fui cosiendo las lentejuelas y pegando algún brillante. Las tres de arriba, por ejemplo, están también pegadas, por si os queréis olvidar de coser las podéis pegar todas… Después, fui cosiendo las dos estrellas excepto por la parte de abajo, que dejé abierta para meter la guata.

varita estrella

varita

varita magica manualidad

varita fieltro

No encontré pintura de purpurina así que compré purpurina normal, puse cola de manualidades (esa blanca que luego se vuelve transparente) en el palo y lo embadurné de purpurina. El palo, toda yo, y toda mi casa. Gajes del oficio. Coloqué otro palo limpio para tomar la medida del agujero por donde pasaría y cosí el resto de la estrella dejando ese hueco, para después cambiar un palo por otro. El tema de la purpurina para mi gusto es lo más engorroso, si encontráis pintura de purpurina imagino que será más limpio y sencillo de hacer. Puse un poco de pegamento también en la parte del palo que queda dentro de la guata para que quedara bien sujeto y en la intersección entre la salida la estrella y el palo. Como luego se queda transparente no se nota.

DIY varita mágica: el resultado

Como os digo, no se parecía mucho al modelo original, pero se trata de hacer tuya la manualidad y, sobre todo, ponerle ganas e ilusión. Mi amiga Elisabeth recibió su sorpresa esta semana tras haber pasado unos días de incertidumbre pensando que se había perdido por el camino… Pero llegó, y creo que consiguió su objetivo: hacer sonreír a otra pequeña soñadora.

manualidad varita

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Lo que me hace sonreír. Los detalles.

Es lunes ¿y qué? Te invito a hacer una mirada en positivo todos los lunes para afrontar con ganas la semana. ¡Te espero!

Me encanta tener detalles con la gente y me encanta que la gente tenga detalles conmigo. Son eso, pequeñas cositas aparentemente insignificantes pero que, en  realidad, esconden mucho detrás. Son una forma de decir que le importas a alguien. Y sonrío cuando me sale tenerlos, y sonrío cuando recibo alguno inesperado.

Este finde alguien me regaló un detalle que, visto desde fuera, puede suponer apenas nada. Pero que para mí fue algo inolvidable y especial, por todo lo que significa, por todo lo que nos hizo sentir. Por todo.

Nunca os he contado la historia de cómo conocí a mis ángeles. Fue gracias a Mikel Erentxun, porque a las tres nos encanta y gracias a él nos encontramos. Después, con el tiempo, la magia y el amor consiguió crear lo que hoy tenemos y que un día decidimos dibujar en nuestro brazo. Casualidades de esta vida, o no, el último disco de Erentxun lleva por título Corazones. Que, evidentemente, nada tiene que ver con la razón por la que quisimos hacernos el tatuaje, pero sí que nos resultó divertido ya que, precisamente gracias a él, hoy estamos aquí.

El viernes mi pequeña Nuri le contó a Erentxun nuestra historia y le enseñó su brazo, nuestro corazón. Él sonrió divertido y le dijo que le encantaba. Lloré cuando vi las fotos. Por lo especial del momento, por la carita de mi ángel, por la emoción que sé que sintió al encontrarse con él y contarle lo que somos. Que estamos y sentimos a la vez.

erentxun corazones

Porque su música nos unió y todo lo que vino después lo hemos ido creando nosotras a base de creer, crecer, soñar y estar. Porque verla sonreír así fue un regalo, porque estábamos ahí, con ella.

G R A C I A S

*Déjame un hueco
bajo el manto de mi piel
al lado izquierdo del corazón
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Hoy (también) es por ti

Feliz cumpleaños, pequeñita.

Nada nos hacía imaginar que el día de tu cumpleaños estarías ahí donde estás, pero te aseguro que eso no va a impedir que sea un 20 de mayo especial. Es tu día favorito, y así lo seguirá siendo; hoy encima te toca saltar otro pequeño bache de esos que siempre saltas con elegancia y sabiduría. No te preocupes. Tus ángeles estamos ahí, contigo, sentirás el calor de nuestras manitas apoyadas en tu hombro, te diremos muchas tonterías para que te rías, y si lloras te secaremos las lágrimas.
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Lo que me hace sonreír. Tú.

Es lunes ¿y qué? Te invito a hacer una mirada en positivo todos los lunes para afrontar con ganas la semana. ¡Te espero!

Odiaba los domingos hasta que descubrí que los domingos comienzan a las nueve de la mañana con un gran desayuno y muchos besos. Hasta que conocí el valor de tomar un aperitivo con nuestras olivas favoritas en nuestra terraza. Hasta que encontré nuestras olivas. Nuestra terraza.

Nuestra.

Vida.

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El lobo siempre será el malo si sólo escuchamos a Caperucita

Durante cinco días he compartido aprendizaje con unas personas muy valiosas en el curso «El poder de la pregunta». Una vez más, Marta y Livia descubrían ante mí un mundo nuevo y diferente. Totalmente enriquecedor.

En uno de los ejercicios, Ana intentó abrir uno de mis bloqueos contándome el cuento de Caperucita Roja pero visto desde la perspectiva del lobo. Me movió muchas cosas en las que todavía reflexiono.

Aquí os lo dejo para que vosotros mismos penséis sobre ello.

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