Hace mucho tiempo que no actualizo el blog y hoy tengo ganas de hacerlo. No con una entrada bonita como las que me gusta escribir, sino contando una experiencia que estoy viviendo actualmente, ya con menos intensidad, pero que me gustaría explicar por si alguien puede verse identificado y puede encontrar algo de luz. Esta es mi experiencia con la cándida albicans intestinal.
Archivo de la etiqueta: pensamientos
Motores y frenos
En definitiva, la vida son motores y frenos. Avanzar o parar. Parar, recular, seguir adelante. Lo que tengo y lo que quiero, lo que no quiero y lo que no poseo. Y así caminas.
Lo que tienes y no quieres tener, y aquello que no tienes, pero anhelas. Desechar y obtener. Esto es lo que te mueve. Tus miedos, un agobio inesperado, una noche de darle vueltas a la cabeza, el dolor de estómago, todo eso deseas alejarlo de ti. Más dinero para tus vacaciones, más tiempo para ti, más tiempo para dedicar a algunas personas, que desaparezcan esos molestos vecinos. Lo quieres obtener. Y es tu motor, lo que te hace luchar, lo que te ayuda a continuar.
Lo que me hace sonreír. El mundo azul.
Es lunes ¿y qué? Te invito a hacer una mirada en positivo todos los lunes para afrontar con ganas la semana. ¡Te espero!
Me gustan los libros que me mueven por dentro. Que me hacen sentir cosquillas en la tripa. Que me hacen pensar. Que me hacen sonreír. Es lo que siento cada vez que leo a Albert Espinosa, al que tuve el honor de conocer hace unos años y cuya presencia me impactó incluso más que los libros que ya había leído.
Fui a una charla que impartía en el congreso Lo que de verdad importa. Llevaba sus tres libros en mi bolso y esperaba nerviosa un rato antes en la puerta sujetándolos con fuerza y deseando que me los firmara. Pero él ya estaba dentro, y yo no lo sabía. Una amable chica con la que había hablado antes por otros temas me vio y se acercó a mí. Le conté que tenía los libros de uno de mis escritores favoritos y que me hacía ilusión que me los pudiera firmar. Ella me llevó a la sala donde estaba Albert Espinosa, y ahí enmudecí. Y eso que su trato conmigo no pudo ser más correcto y divertido. Cercano. Saqué un libro muerta de vergüenza y le dije, bueno, tengo más. Y me dijo ¡Pues firmo todos, claro que sí! No dejaba de sonreír. Ni yo tampoco. Me dijo que le gustaba mucho mi bolígrafo. Nos hicimos una foto en la que salgo con cara de shock y felicidad y nos despedimos. Ha sido una de las personas que más ilusión me ha hecho tener cerca y una de las fotografías con gente conocida que más ilusión me hace tener.
Su charla fue inolvidable. Palabras de las que remueven, como sus libros, de las que te hacen pensar e incluso llorar, una actitud ante la vida plagada de humor ante el dolor. Palabras valientes y actos consecuentes. Como me gusta que sean las personas.
Ahora, sonrío sabiendo que esta semana Albert Espinosa publica su nuevo libro y que pronto el cartero me traerá buenas noticias. Que podré oler las páginas recién estrenadas de una historia azul que quiero que me remueva. Que volveré a sentir la luz que me traen esos libros escritos con la piel y el corazón.
Lo que me hace sonreír. Cuando el cartero trae buenas noticias.
Es lunes ¿y qué? Te invito a hacer una mirada en positivo todos los lunes para afrontar con ganas la semana. ¡Te espero!
Cuando no existía Internet, ni Facebook, ni Twitter, ni Whatsapp, ni nada que sirviera para escribir a través de unas teclas, enviar y recibir cartas era una práctica habitual en mi casa. Me encantaba abrir el buzón y encontrar noticias de aquella amiga que vivía en Murcia, o de las nuevas personas que había conocido en aquel campamento de verano.
140114
Me gustan los números. Me atrae su simbología. Su significado o ese significado que tenga para cada uno de nosotros. Me gustan los capicúas, los que nos recuerdan a algo, a alguien, los del cumpleaños, los que descuentan hasta llegar a algo especial, los del día en que te quitaron los brackets.
Hoy es 14-01-14. Me gusta. Me enamoré del 14 desde el día 14 en que lo abracé y nunca más soltó mi mano. Me gusta que hoy se repita dos veces. Me gusta que haya un 14 doce veces al año. El amor de mi vida nació un 14, al que encontré un 11 y con quien me reencontré al 11 siguiente.
También me gusta el 3. Era mi número de lista en clase. Siempre el 3. Me gusta que con las nuevas tecnologías si sumas < con un 3 nazca un corazón.
Me chifla el 13. Mis supersticiones no son de números. Me gustan los impares más que los pares y el 13 más que ningún impar. 2013 ha sido el mejor año.
Me encanta que casi cada mañana cuando le despierto miro el reloj y son las 8:03. Me encanta encontrarme con el 2:22 en una canción. Pasé un año nerviosa de ganas por cumplir 30, y ya estoy descontando para soplar 36. Me encanta haber nacido el primer día del último mes de 1980.
Adoro las canciones con números. 1999. 2009. 667. 1977. 92. 99 Luftballons.