Señor de whatsapp. Tengo una sugerencia petición para su próxima actualización. Le sugiero pido por favor que cree usted la opción de poder aceptar ser admitido en un grupo. Que nadie pueda ser tan osado de meterte en ese grupo horrible con el que sólo ver el título ya quieres salirte. Y salir corriendo, también.
Señor de whatsapp. Es que usted no sabe el rollo que son algunos grupos de whatsapp. Sobre todo esos grupos que se crearon para el cumple de fulano en 2013 y por los que todavía siguen mandando vídeos de caídas en la nieve, de gatos tocando el piano o memes de Julio Iglesias.
Yo es que me he vuelto bastante pasota ya en esto, señor de whatsapp. Si me meten en un grupo para un evento concreto pueden pasar varias cosas:
1.- Que inmediatamente sepa que no voy a participar de tal evento, educadamente salude y me despida y salga del grupo. Y tal vez corriendo.
2.- Que sí que vaya a ir al evento y que decida quedarme en el grupo hasta que se organice, participar, preparar, proponer, e incluso en el mismo día que suceda tal acontecimiento, salir del grupo. Y tal vez corriendo.
3.- Que sí que vaya a ir al evento, me quede en el grupo y que se hable de cualquier cosa menos del evento, educadamente me despediré y diré que si alguien tiene el detalle de informarme por privado cuando se concrete algo le estaré agradecida. Y salir del grupo. Y corriendo, seguramente, también.
4.- Que sí que vaya a ir al evento, me quede en el grupo, lo silencie y archive y nunca más participe en él. Nah. Esto no suele pasar. Si me quedo hablo. Y si no voy a hablar… salgo corriendo. Y también del grupo.
No me da ningún apuro salirme de un grupo de whatsapp, es más, respiro sumamente aliviada cuando lo hago. Es como si me quitara algo que pesa y que tengo muchas ganas de soltar. Fuchis. Ahora, por lo visto, lo que se lleva son los grupos de whatsapp de padres de niños que van a la misma clase. Miedo. Mucho, mucho miedo.
De lo que soy más fan es de las bolas del desierto en los grupos. Y más fan aún de las personas que rompen sus propias bolas. Es decir. Que dicen algo. Nadie les contesta durante un tiempo determinado que podremos considerar bola del desierto, y la misma persona vuelve a hablar de otro tema diferente. Sí, es que me encanta. Que a mí también me las han hecho, claro.
Eso sí. Tengo grupos de whatsapp sin los que no podría vivir. Esos con los que hablo durante todo el día, todos los días de la semana, con personas que tengo lejos, en los que cuento un problema, mando una foto comiéndome un fresquito o lloro de risa diciendo y leyendo las chorradas máximas más divertidas. De hecho, todos los grupos que tengo ahora son en los que quiero estar, porque son estables y me llenan de alegría compartir esos momentos con la gente con la que lo hago. Porque yo lo he decidido.
Pero le pido, señor de whatsapp, que ponga esa opción de aceptar / denegar entrar en un grupo. Que nadie nos imponga pertenecer a ninguno. O, al menos, haga algo para que no salga eso de “fulanito ha abandonado el grupo”. Que luego siempre hablan los que se quedan…